Nos bautizan cuando somos pequeños sin saber que querremos hacer cuando seamos mayores, pero es que la Iglesia no nos deja muchos caminos sino el de bautizarnos, porque no nos engañemos, para acceder a muchas cosas se nos exige que estemos bautizados y casados por la iglesia, como por ejemplo para que nuestros hijos accedan a un colegio religioso. ¿Acaso debería ser así cuando dichos centros de enseñanza están concertados?, y más teniendo en cuenta que los colegios religiosos, por mucho que nos disguste, en muchos casos son los de mayor calidad en el tema de enseñanza. Todo esto seguirá siendo así mientras no estemos en un verdadero estado laico y la Iglesia no tenga tanto poder.
A mí me gustaría apostatar de esta Iglesia que tenemos, no pertenecer a ella, pero la verdad es que me importa un pito pertenecer a ella por un papel, es más, de qué les sirve decir que somos tantos millones de personas bautizadas, si se están quedando las iglesias vacías, para mí lo mejor es pasar página, no darle tanto bombo a una causa que tienen los curas perdida.
Tal como está en este momento la Iglesia, el poder que tiene y ejerce, saquemos el provecho que podamos, seamos hipócritas con ellos al igual que ellos lo son con nosotros.
Más que apostatar, vayamos mermando y minando sus cimientos, sacando a la luz sus vergonzosas acciones, tanto las de hace tiempo, como las de estos últimos años. Los hechos vergonzosos que cometen a diario, para que así vayan perdiendo poder, aunque solo sea el poder sobre los sentimientos de las personas.
A mí ellos no me harán perder mi amor y respeto a mi Dios, ese Dios tan hermoso de la bondad de todos y cada uno de los religiosos que se van a los sitios más pobres del mundo a ayudar, al Dios que creen todos y cada uno de aquellos que llevan a cabo acciones en ONGS.
Por eso tal vez en este caso, apostatar o no apostatar no sea simplemente la cuestión
A mí me gustaría apostatar de esta Iglesia que tenemos, no pertenecer a ella, pero la verdad es que me importa un pito pertenecer a ella por un papel, es más, de qué les sirve decir que somos tantos millones de personas bautizadas, si se están quedando las iglesias vacías, para mí lo mejor es pasar página, no darle tanto bombo a una causa que tienen los curas perdida.
Tal como está en este momento la Iglesia, el poder que tiene y ejerce, saquemos el provecho que podamos, seamos hipócritas con ellos al igual que ellos lo son con nosotros.
Más que apostatar, vayamos mermando y minando sus cimientos, sacando a la luz sus vergonzosas acciones, tanto las de hace tiempo, como las de estos últimos años. Los hechos vergonzosos que cometen a diario, para que así vayan perdiendo poder, aunque solo sea el poder sobre los sentimientos de las personas.
A mí ellos no me harán perder mi amor y respeto a mi Dios, ese Dios tan hermoso de la bondad de todos y cada uno de los religiosos que se van a los sitios más pobres del mundo a ayudar, al Dios que creen todos y cada uno de aquellos que llevan a cabo acciones en ONGS.
Por eso tal vez en este caso, apostatar o no apostatar no sea simplemente la cuestión
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